Las inundaciones en Bahía Blanca han dejado una marca indeleble en la comunidad, y la visita de los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri, generó una reacción inesperada. Durante su recorrido por las áreas afectadas, los funcionarios se enfrentaron a un ambiente cargado de tensión cuando fueron recibidos por los vecinos, quienes, en medio de la devastación, exigieron explicaciones por la falta de asistencia tras el temporal que azotó la ciudad.
Los gritos de desesperación de los presentes no se hicieron esperar: “Perdimos todo” y “Andate, hija de p…” fueron algunas de las expresiones que reflejaron el malestar generalizado. La situación escaló rápidamente, y los ministros fueron evacuados en una camioneta mientras la protesta continuaba, con los ciudadanos manifestando su descontento de manera decidida.
El enojo de los bahienses se intensifica por la memoria de una catástrofe similar ocurrida en diciembre de 2023, cuando el municipio experimentó una tragedia comparable y la respuesta del gobierno nacional fue prácticamente inexistente. En esa ocasión, el presidente Javier Milei declaró: “Estoy perfectamente confiado en que ustedes van a poder resolver esta situación con los recursos existentes”.
En medio de la crisis, Bullrich, al mando del operativo de asistencia, se mostró visiblemente afectada por la magnitud de los daños. En sus declaraciones, afirmó que “hoy por suerte hay sol y el agua está bajando”, aunque reconoció que en algunos barrios la situación seguía siendo extremadamente grave. La ministra calificó lo ocurrido como “devastador”, destacando que muchos sectores de la ciudad quedaron prácticamente destruidos.
El desbordamiento de las aguas ha afectado a miles de familias, y la angustia es palpable en cada rincón de Bahía Blanca. La presencia de los ministros, vestidos con chaquetas militares y aparentemente preparados para posar para una foto, fue interpretada por los vecinos como una muestra de indiferencia hacia su dolor. Esto aumentó la tensión, que llegó a un punto crítico, con los funcionarios casi siendo agredidos por la multitud mientras intentaban cumplir con su labor de brindar asistencia.
En medio de este panorama sombrío, surgió una tragedia aún mayor: la desaparición de dos niñas, Delfina y Pilar Hecker, de 1 y 4 años, respectivamente. La familia había intentado escapar de la creciente corriente, pero su vehículo fue arrastrado por el agua. Mientras los padres de las pequeñas fueron encontrados, las niñas siguen desaparecidas. La búsqueda continúa, y la tía de las menores, desesperada, ha recurrido a las redes sociales pidiendo ayuda y divulgando información sobre su paradero.
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