Al día siguiente del quinto intercambio de prisioneros palestinos y rehenes israelíes, las negociaciones sobre el cierre de la primera fase del acuerdo comenzaron a avanzar en Doha, Catar. Al mismo tiempo, Israel comenzó a retirarse del corredor de Netzarim, que divide en dos la Franja de Gaza, tal como lo estipulaba el acuerdo de tregua.
Mientras Israel sigue en shock por las imágenes del regreso de tres rehenes, visiblemente debilitados y demacrados, así como por los desgarradores relatos sobre sus condiciones de detención, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha aplazado las discusiones sobre la segunda fase. Esta fase debe abordar temas cruciales como el establecimiento de una “calma duradera”, la retirada total de Gaza y la liberación de todos los rehenes aún retenidos. Por parte palestina, un alto responsable de Hamás denunció la “falta de compromiso” de Israel.
Una fuente diplomática reveló que Netanyahu autorizó el envío de una delegación a Doha tras esta última fase de liberación de rehenes. Sin embargo, dicha misión tendría un mandato limitado, centrado principalmente en resolver cuestiones técnicas.
Antes de partir de Washington, Netanyahu dejó clara su postura: “Hemos visto una vez más a los monstruos de Hamás. Pagarán por ello. Eliminaremos a Hamás y traeremos de vuelta a nuestros rehenes. Esa es la orden que he dado, y así será”, afirmó. Además, se mostró favorable al plan de Donald Trump, ampliamente criticado, de reubicar a los palestinos de la Franja de Gaza, devastada por la guerra, y destacó que Israel está dispuesto a “encargarse del trabajo”.
El gabinete de seguridad israelí no se reunirá hasta principios de la próxima semana. Según el diario Haaretz, las conversaciones en Doha son vistas como una fachada, ya que Netanyahu parece reacio a avanzar hacia la siguiente fase por razones de “política interior”.
Las familias de los rehenes israelíes critican la inacción de Netanyahu
La postura de Netanyahu ha generado una fuerte reacción entre las familias de los rehenes israelíes. Einav Zangauker, madre de Matan, de 24 años, secuestrado en el kibutz Nir Oz el 7 de octubre, expresó su indignación: “Hoy, todo el mundo comprende el infierno por el que están pasando. Todo el mundo está atónito ante las impactantes imágenes de los rehenes que hemos visto. Y el primer ministro está en un hotel de Washington intentando torpedear un acuerdo que podría poner fin a esta Shoah”.
Las familias han comparado el estado de los rehenes con el de los supervivientes del Holocausto tras la liberación de los campos de exterminio. Además, advierten que las próximas imágenes de rehenes heridos y cadáveres devueltos serán aún más insoportables.
La segunda fase del acuerdo debería conducir a la liberación de todos los rehenes y al fin definitivo de la guerra, antes de una última etapa centrada en la reconstrucción de Gaza.
La tregua "en peligro"
Mientras tanto, un alto responsable de Hamás culpó a Israel del estancamiento en las negociaciones en Doha, denunciando una “falta de compromiso” en la implementación de la primera fase y acusando al gobierno israelí de crear un entorno político y mediático para presionar a los negociadores palestinos antes de entrar en la segunda fase. Bassem Naïm, miembro del buró político de Hamás, aseguró que su movimiento está dispuesto a continuar las conversaciones, pero destacó que busca evitar una reanudación de la guerra.
Esta postura es compartida en Ramala, en Cisjordania ocupada, donde 42 de los 183 prisioneros palestinos han sido liberados. Qadura Fares, responsable del Club de Prisioneros Palestinos, instó a la continuación del diálogo, subrayando que solo las conversaciones han permitido la liberación de los prisioneros y rehenes. Fares también denunció que el ejército israelí golpeó a familiares de varios prisioneros antes de su liberación, aunque Tsahal justificó la violencia alegando la necesidad de evitar cualquier “celebración o procesión en apoyo al terrorismo”.
Israel se retira del corredor de Netzarim
Este domingo, las fuerzas israelíes evacuaron por completo el corredor de Netzarim, que divide la Franja de Gaza en un eje este-oeste, según informó un responsable de Hamás, en cumplimiento del acuerdo de tregua con el movimiento islamista palestino.
“El ejército israelí ha desmantelado sus posiciones y retirado completamente sus vehículos blindados del corredor de Netzarim, en la carretera de Salaheddine, que conecta el sur con el norte de Gaza, permitiendo que los vehículos circulen libremente en ambas direcciones”, declaró un funcionario del ministerio del Interior de Hamás. Un periodista de la agencia AFP, presente en el lugar, corroboró la evacuación de las fuerzas israelíes.
Este retiro marca un paso importante en el cumplimiento de la tregua, aunque la continuación de las negociaciones para lograr una paz duradera aún se ve empañada por los desacuerdos y tensiones persistentes entre las partes involucradas.
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