La discrecionalidad de los ATN: un "latigazo" político

En 2024, las provincias argentinas enfrentaron una caída significativa en las transferencias provenientes del Estado nacional. La reducción de los ingresos por coparticipación federal fue del 9,8% en términos reales, y a este recorte se sumaron las transferencias discrecionales, aquellas que dependen del criterio del gobierno central y no están regidas por la ley. En este contexto, Tucumán se destacó como una de las provincias con mayor asistencia, aunque el panorama general refleja una política de discrecionalidad que parece privilegiar a los gobernadores alineados con el gobierno de Javier Milei, mientras que castiga a aquellos que se oponen a su agenda económica.

Buenos Aires: el mayor ajuste

La provincia de Buenos Aires fue la más perjudicada en este ajuste, con una caída de 10,9% en las transferencias automáticas y una pérdida de $1.056.837 millones respecto a lo que habría recibido de no haberse producido este deterioro en el contexto inflacionario. Sin embargo, lo que también se destacó fue la caída en los fondos por leyes especiales y las compensaciones por Consenso Fiscal, donde Buenos Aires experimentó recortes drásticos.

En este marco, la discrecionalidad del gobierno nacional también jugó un papel clave: las provincias gobernadas por opositores al oficialismo fueron las que más sufrieron las consecuencias de esta política fiscal. Buenos Aires, gobernada por Axel Kicillof, encabezó las pérdidas, pero no fue la única provincia que sintió el peso de este ajuste.

Tucumán: un caso atípico

En contraste con el panorama negativo de las grandes provincias, Tucumán logró posicionarse entre las cinco primeras provincias en el ranking de transferencias discrecionales en 2024, obteniendo $28.220 millones. Esta cifra la colocó en un lugar relativamente alto, considerando que el total de transferencias discrecionales cayó en promedio un 75% en términos reales.

El gobierno de Osvaldo Jaldo ha mantenido una relación relativamente armónica con la administración de Javier Milei, lo que le permitió recibir una asignación significativa de recursos en medio del ajuste generalizado. A pesar de una reducción del 82,5% respecto de 2023, Tucumán logró sortear la crisis mejor que otras provincias. Esto pone de relieve el rol crucial de la discrecionalidad en la asignación de recursos por parte del gobierno nacional, que utiliza estos fondos como una herramienta de "premio y castigo" político.

La discrecionalidad de los ATN: un "latigazo" político

La principal herramienta de discrecionalidad del gobierno de Milei hacia las provincias son los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), destinados a situaciones de emergencia o desequilibrios financieros. Estos fondos, que representan una porción significativa de los recursos discrecionales, son distribuidos a través del Ministerio del Interior y, como se ha evidenciado en los últimos años, su asignación depende en gran medida de la relación política entre los gobernadores y el Ejecutivo nacional.

En 2024, se distribuyó un total de $283.125 millones en ATN, pero la distribución de estos fondos fue profundamente desigual. Mientras que Tucumán recibió una asignación destacada debido a su apoyo a las políticas de Milei, provincias gobernadas por mandatarios opositores fueron excluidas o recibieron una porción muy pequeña de los ATN.

Por ejemplo, provincias como Buenos Aires, Chaco, Formosa, La Pampa, La Rioja y Tierra del Fuego no recibieron ATN en 2024, a pesar de haber sido beneficiarias de estos fondos en años anteriores. Estas provincias, gobernadas por partidos opositores al oficialismo o mandatarios enfrentados con la administración de Milei, fueron sistemáticamente excluidas de la distribución de recursos. Este comportamiento refleja una estrategia política clara del gobierno de Milei, que parece utilizar los fondos federales como una especie de "latigazo" para disciplinar a quienes se oponen a sus políticas.

Otras provincias afectadas: el castigo a la oposición

El patrón de exclusión y recorte de fondos también fue evidente en otras provincias gobernadas por fuerzas opositoras. En el caso de La Rioja, Formosa y La Pampa, los recortes llegaron a niveles cercanos al 98%, con una disminución de las transferencias discrecionales de casi totalidad en comparación con 2023. Provincias como San Luis, Santa Fe y Córdoba también vieron reducidos los fondos asignados, con una disminución que rondó el 92% en términos reales.

En este contexto, Tucumán se presenta como un ejemplo de "premio" por su apoyo político al gobierno nacional, ya que recibió una porción significativa de los ATN y otros fondos discrecionales. Este apoyo a las políticas de Milei le permitió mantenerse en una posición relativamente favorable frente a otras provincias que se vieron castigadas por la discrecionalidad en la asignación de los recursos.

En un contexto de ajuste fiscal y recortes en las transferencias nacionales, la discrecionalidad del gobierno de Milei en la asignación de recursos a las provincias es un tema clave que pone de manifiesto las tensiones políticas entre el gobierno central y los gobernadores opositores. Mientras que provincias como Tucumán lograron mantenerse relativamente bien posicionadas gracias a su cercanía al gobierno, otras como Buenos Aires, La Rioja y Formosa vieron cómo los ATN y otros fondos fueron destinados de manera desigual, castigando a quienes se oponen a las políticas del oficialismo.

El uso de los ATN como una herramienta política refleja una estrategia clara de "premiar" a las provincias afines y "castigar" a las que se muestran reticentes o directamente en oposición. En este sentido, el panorama de las transferencias discrecionales en 2024 es un reflejo de la centralización del poder económico y político en manos del gobierno nacional, que sigue manejando los recursos federales como una palanca de control sobre las provincias.

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