La inflación en octubre fue del 2,7%, con un acumulado de 193% en lo que va del año, según los datos oficiales del INDEC. A pesar de una leve desaceleración respecto al 3,5% de septiembre, el economista Eduardo González Olguín cuestionó el costo social y económico que implica este índice. En diálogo con el Informativo FARCO, se preguntó: "¿a costa de qué?" se llega a esta cifra, señalando el cierre de más de 12 mil pequeñas y medianas empresas (pymes) y un aumento alarmante de la pobreza y la desocupación.
El economista destacó que, a lo largo de este año, la cantidad de pymes que cerraron ha tenido un impacto significativo, generando "todo el costo económico y social que eso implica". Según González Olguín, los niveles de pobreza en la actualidad superan los registrados en 2001, con 25 millones de argentinos viviendo por debajo de la línea de pobreza, de los cuales 6 millones se han incorporado durante la gestión del presidente Javier Milei. En cuanto a la indigencia, alertó que el 18,1% de la población, es decir, 8,5 millones de personas, no puede acceder a una alimentación adecuada, y de ellos, 5 millones se sumaron bajo este gobierno.
El análisis también incluyó el impacto sobre el empleo: "Hay 1.625.000 desocupados, de los cuales 336 mil se sumaron durante este gobierno. Además, se perdieron 130 mil puestos de trabajo formal", precisó González Olguín.
El economista criticó duramente las políticas de ajuste y desregulación implementadas por la administración de Milei, calificándolas como responsables de un "deterioro económico y social muy grande". Afirmó que, si bien es conocido que políticas como las que aplica el actual gobierno pueden reducir la inflación, estas implican "un costo social devastador", un precio que muchos gobiernos no están dispuestos a pagar.
"No es que no se sepa que provocando semejante recesión, semejante costo económico y semejante costo social se puede lograr una reducción de la inflación. Todos los economistas lo saben, pero la mayoría de los gobiernos no aceptan este tipo de recetas porque no están dispuestos a generar semejante genocidio social", concluyó González Olguín.
La situación planteada por el economista refleja una realidad preocupante en el país, donde los avances en la reducción de la inflación parecen ir acompañados de un significativo retroceso en los indicadores de bienestar social y económico.
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